El nombre "Animal Flow" no es casualidad, la base de esta disciplina son movimientos que imitan los patrones de locomoción y las posturas de diferentes animales. Al practicar Animal Flow, te encontrarás gateando como un leopardo, moviéndote lateralmente como un cangrejo, saltando como un mono o manteniendo el equilibrio como una rana.
Estos movimientos no son solo imitativos, sino que están diseñados biomecánicamente para activar cadenas musculares específicas y mejorar la funcionalidad del cuerpo en su totalidad.
Además de los movimientos basados en animales, el Animal Flow refuerza las articulaciones y te enseña a hacer estiramientos específicos para mejorar tu flexibilidad, siendo un sistema que va más allá del simple ejercicio, invitándote a explorar nuevas formas de moverte y a descubrir la inteligencia innata de tu cuerpo.